Capítulo 43.
5 meses después.
Nunca puede faltar una buena copa de vino luego de comer pasta, en la mesa solo estaban ellos y los tres pequeños dormidos arriba siendo monitoreados por los padres.
Tiene una camisa de su alfa con su colonia impregnada en ella, la vista al patio con luces y el cielo estrellado se siente surrealista y empieza a cuestionarse de todo de nuevo, suspira relajado volteando a verlo a él, conectan miradas enviándole un beso al aire siendo atrapado de inmediato.
¿Qué celebran? Nada en especial, solo quería tener algo especial una noche.
—Todas las emociones que despertaron en mi desde que ellos llegaron es inexplicable, ¿tú también las sientes? —Jimin está curioso de nuevo, preguntando siempre lo mismo porque quiere nuevas respuestas.
—Siempre lo siento, más que nada el querer protegerlos de todo.
Le sonríe.
Recogen la mesa luego de unos minutos, revisan el monitor y ven todo en orden, ninguno ha emitido ni un sonido.
Chocan las copas al dejarlas en el fregadero, los platos y los cubiertos solo son depositados, es tarde así que no quieren hacer algo más que dormir.
Apagan las luces del piso de abajo y activan las alarmas, Jimin lo espera al principio de la escalera descalzo y con la mano derecha extendida, besa su frente para seguirlo.
Jungkook se encarga de llevarlo a la cama, preparando su lugar, Jimin se queda con la sonrisa en la cara aunque tenga sueño y esté cansado.
Pero a la media hora tuvieron que levantarse para ver el motivo de los llamados de sus cachorros.
✧✦✧
—Dices incoherencias Jinnie, cierra la boca ya —Jimin le dice por quinta vez.
—Es que... tú no lo ves, yo si, no estoy loco, él me engaña —Kim tiene los ojos rojos, puede sentir su olor a tristeza.
—No es verdad y para ya con tu olor, si Jungkook siente que estoy preocupado vendrá y está ocupado ahora.
Muerde sus uñas mirando a la sala donde están los cuatro bebés acostados en el tapete de goma y peluches a su alrededor.
—¿Tendré algo malo? ¿Subí de peso? ¿Acaso son las marcas que me quedaron que le dan asco? Jimin, ya no me toca como antes —se abraza así mismo temblando.
Y él piensa en la situación, Jongsuk llega tarde del supuesto trabajo, Jin dice que vio tinta de labios en su playera y él asegura que era de una pluma, no lo espera para comer y duerme solo con Jaehyun.
Junseo empieza a quejarse llamando la atención de Jimin, va con él para cargarlo, se aferra a su camisa e intenta levantar la cabeza para buscar algo o alguien.
—Ya Junseo, todo está bien no pasa nada, asustarás a tus hermanos.
—Iré a casa de mi madre, me llevaré a Jaehyun, me quedaré allá el fin de semana.
Él alista la pañalera que trajo sin cuidado como si estuviera molesto, Jimin no sabe que decirle porque no lo quiere arruinar, muerde su labio y abraza a su hijo.
—Suerte con tus hijos —solo carga al bebé y se va.
Cuando la puerta se cierra un alfa baja de la parte de arriba.
—Eres un idiota sin corazón —Jimin le dice a Jongsuk.
—¡Pero sabes lo que estoy haciendo! —él se defiende y carga a uno de sus sobrinos.
—Piensa que lo engañas, está tan preocupado, ¿oíste que se irá con su madre?
—Escuché todo, obviamente me duele pero aún no tengo las cosas listas, el lugar lo tienen disponible hasta el martes, supongo que será buen día.
—Si es que regresa.
Ignora al alfa el resto de la tarde y solo deja que lo ayude cargando a sus sobrinos en lo que Jungkook regresaba a casa.
Él estaba en un debate grande, quería volver a trabajar, amaba estar en casa pero quería hacer otras cosas y regresar lo de antes, al menos para tener toda su mañana ocupada en papeles.
A Jimin no le parece mala idea pero necesitaría de su ayuda, tendría que arreglárselas o ver la manera de como sobrevivir sin él, ahora son tan pegados y se acostumbraron a ellos que la primera semana podrá ser difícil.
Jongsuk decide irse a eso de las seis, Jungkook estaba en camino, los cachorros dormidos, mientras tanto Jimin leía un libro en la habitación de ellos.
—Por fin regresé —Jungkook entra y él sonríe de inmediato.
—Bienvenido a casa.
Le da un beso en los labios, deja el libro a un lado y permite que Jungkook lo tome de la cintura para levantarlo del sillón.
—Te extrañé todo el día.
Solo se escuchan los chasquidos de sus labios y los latidos de sus corazones acelerados. Deja que lo mime porque le hizo tanta falta en el día.
—¿Cómo te fue? —él se interesa en saber que tal fue su día, quiere saber los motivos por el cual no llegó a comer, pasar la mañana con ellos y su llegada tarde.
—Bien, arreglé unos asuntos y fui a la oficina para ver como iba todo, está en orden y puedo retomar las riendas de nuevo —Jungkook le dice feliz.
—Oh... eso es fabuloso.
¿Lo era?
✧✦✧
Las rayos de luz dorados pintan la habitación, siente el calor a su alrededor, mira el reloj a su izquierda, eran las siete de la mañana y sus pequeños no tardaban en despertar así que tenía que tener todo listo.
La vida de madre y esposo no era tan difícil, solo tenía que levantarse temprano, tener lista la comida de sus cuatro bebés, el baño listo, ropa limpia, la casa limpia, todo limpio.
Jungkook duerme boca abajo, aprovecha que no lo tiene atrapado en sus brazos y sale de la cama, amarrando su cabello largo, tiene meses que no lo corta porque no le da tiempo, siente que se ha descuidado mucho, no ha podido ir al gym, arreglarse, sus piernas tienen vellos y le hace sentir tan inseguro.
Busca ropa limpia, tres conjuntos, pañales, prepara tres mamilas con fórmula, en eso empiezan los quejidos y sonríe, amaba esos pequeños ruiditos.
—Buen día Junseo, siempre eres el primero en despertar.
Apenas le da chance de bañarlo cuando Haechan despierta pero él se mantiene en su cuna entretenido con un peluche, viste rápido al de rizos claros para darle el baño al siguiente. Youngjae se mantiene dormido todo el tiempo, no le sorprende porque era muy glotón igual que el padre. Piensa en él y decide llevarlo a su cama para que se quede con su padre en lo que alimenta a los dos. Cumple lo dicho rodeándolo de almohadas alrededor.
Suspira cansado ellos pesaban demasiado, alimenta a los dos y deja que jueguen en la sala mientras él limpia.
Prepara su desayuno junto con el de Jungkook, casi eran las diez y no tardaba en despertar, se da el tiempo de revisar sus mensajes, tiene llamadas perdidas de Jin, solo de él porque es el único con el que habla. Mandó cinco fotos, cincuenta mensajes y doce llamadas, debió ser importante, aunque sabe de que se trata, era miércoles y el día estaba nublado, creía que podría llover en cualquier momento.
Lava el plato donde comió cereal, los pequeños seguían donde mismo jugueteando con el conejo de peluche.
—Este pequeño me ha despertado con un buen susto —Jungkook llega con Youngjae en brazos.
—Los dos se despiertan a la misma hora, dámelo iré a cambiarlo, allí está tu desayuno, buen provecho, no quites tus ojos de los cachorros —lo besa y se pierde por las escaleras.
—¡Jamás!
Jimin sube con una sonrisa al piso de arriba, primero cambiará a Youngjae y después tiene que arreglarse para estar presentable lo que resta de la tarde.
Al entrar al cuarto algo llama su atención.
La cama estaba ya hecha, Jungkook se había tomado el tiempo de hacerla, en medio de las sábanas azules había un cuadrito blanco, acercándose más ve que es un sobre sellado.
—¿Qué será esto?
Piensa que es algo de Jungkook, no piensa abrirlo pero detrás hay unas letras que dicen "ábrelo".
La curiosidad le ganó dejando al pequeño en la cama.
Por todo tu esfuerzo, dedicación y amor, te ganaste unas vacaciones en Hawai, prepara tu maleta que despegamos en una semana.
—¡Sorpresa!
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